dimecres, 18 de febrer del 2009

Tuber Melanosporum

Estamos en plena época de esta prodigiosa seta, desde noviembre y durante todo el invierno puede degustarse la maravillosa trufa negra (Tuber Melanosporum).

"L'amic Ramón" ya nos deleitó con un magnífico post a finales del 2007 en Estintobásico, e intentaré no ser redundante en su contenido.

Gracias a él mi afición por este producto ha ido al alza. Soy un profundo y convencido defensor del producto, el cual sólo puede ser degustado en su máximo esplendor durante su temporada específica. Alejaros de sucedáneos o de productos que no sean de temporada..si queréis disfrutar de ellos!, claro está!.

Añadir que la trufa es un hongo que crece bajo tierra, de esta manera hay que ir a por ella!. Antes se utilizaban cerdos para encontrarlas, pero este hecho entrañaba no pocos problemas para el ser humano, pues resultaba difícil convencer al animal que la trufa no era suya, y la lucha por quien se la quedaba resultaba peligrosa!. De aquí que actualmente se utilicen perros adiestrados a tal fin.

La trufa negra es la de más calidad. Existe también la trufa blanca o de verano (Tuber Blotii), a no confundir con la excelsa Tuber Magnatum (o Tuber Album) que es más conocida como tartuffo del Piamonte o de Alba (preferiblemente). Este último es realmente oro blanco!, y de mayor apreciación por la gastronomía que la trufa negra.

A finales del 2008 realicé mi anual peregrinación al Restaurante Miramar (Paco Pérez, Llançà) para degustar un exquisito saballón de patatas con huevo y erizos de mar con tartuffo que aún recuerdo a día de hoy!. Paco Pérez me enseño la "piedra"..un hermoso ejemplar de tratuffo bianco con lunares rosados en su interior (según Paco es el tratuffo bianco de mayor calidad).

Las trufas negras y blancas (de verano) se venden en mercados especializados. En Catalunya encontramos los mercados de Vic, el de Centelles, Organyà, y el de Solsona.

Personalmente, considero que no hay mejor utilización de la trufa que en su estado crudo, rallándola sobre unos buenos huevos fritos de payés, una pasta fresca, o bien dejarla en el interior de un recipiente hermético junto a unos huevos con su cáscara durante 2 a 4 días. En este último caso el huevo, especialmente su yema, se impregnará del aroma de la trufa para hacer las delicias del gastrónomo.

Buen provecho!!

2 comentaris:

Oscar Gallifa ha dit...

Sí, sí y sí mil veces más!!! Viva la trufa y nuestro descubridor hacia ella!

Realmente me ha parecido (así , entre nosotros Joan, es el primer año que le he "metido mano")algo excepcional. Seguí a pies juntillas los consejos del maestro Ramón y me deleité no pocas veces con unos magníficos huevos trufados, bueno, casi debería decir trufa con huevos por la cantidad de esta que puse encima..:-))

Un producto realmenbte fascinante y que da mucho juego, todavía tengo un buen pedrusco esperando en el congelador y, también, una buena mantequilla trufada reservada para ocasiones únicas.

Bonita foto, enamora al paladar Joan!

Saludos y hasta muy pronto!!

OG

Joan ha dit...

Ya veo Óscar que has empezado con muy buen pié tu experiencia con la trufa!. Y sí, Ramón es quien nos está maravillosamente contagiando con este PRODUCTO!!.
Dichoso tú que aún dispones de ella..aunque sea congelada, y en forma de mantequilla.
Bien verte ayer a nuestra cita anual con la diva!! jeje!!.
Espero vuestras impresiones de la maravillosa añada 2007.
Una abraçada,
Joan