Ese mismo día, y a la misma hora, unos cuantos nos citamos para jugar a otras cosas. Juegos y artes de mayores, apasionadas y lujuriosas aventuras con sensaciones indescritibles, frenéticas... reposadas y plenas!. Siempre encontramos espacios íntimos en los que desplegamos nuestra vitalidad y nuestros sentidos.
Valga el símil erótico en todo caso para ponernos en situación ante el deleite sensual de la velada!.
Esta vez la única premisa con que contábamos era la de aportar cada uno y catar entre todos vinos anteriores al año 1980. La velada pretendía averiguar qué podían ofrecernos determinados vinos con algunos años a sus espaldas, y posteriormente tomar un ágape fraternal a base de picoteo de calidad (basado en embutidos, quesos, y postres) junto con otros vinos ya más adolescentes pero de gran interés!.
La mayoría de los vinos mayores fueron ya anunciados días antes de la cita. 3 prometedores Vega Sicilias: Único del 1974, Único del 1964, y Reserva Especial del 1984 (coupage de los Únicos de 1970, 1972, y 1973). Faltaba también alguna sorpresa mayúscula que sería desvelada durante la velada.
"Copas en mano" nos dirigimos en forma de ritual al santuario generosamente ofrecido por un gran coneisseur y amigo, y su esposa. La generosidad de ambos en estos asuntos es mayúscula!, ellos disfrutan!, pero ante todo nos hacen disfrutar!.
Mi pareja, contagiada por mi exitación cuando me invitaron, no dudó ni un minuto en apuntarse. En su afición al vino privilegia y prioriza los blancos con volumen, champagnes o incluso algún tinto fresco. Aunque esta vez no quería perderse escuchar el pasado (aunque ya veréis como lo que nos ofrecieron estos vinos ya mayores - a priori - son historias eternas!, novelas bien hechas que parecen no desgastarse por el paso del tiempo).
Vayamos al tema sin más dilación prosaica!.
Para abrir boca nuestro anfitrión nos agasajó con una copa de La bota de Fino nº 15 de Navazos (Macharnudo Alto)...una entrada grande!, frescor y complejidad para nuestro deleite!. Reconozco que hasta hace apenas 2 años mi conocimiento de estos vinos era muy genérica, pero he de quitarme el sombrero por la gran calidad que ofrecen!. Poco a poco voy adentrándome en el amplio abanico de sensaciones de estos grandes y a veces poco valorados vinos!.
A partir de ahí empezó nuestro perenigraje por el pasado, un salto en el tiempo!.
La mecánica para abrir estos vinos..qué os voy a decir!..preceptivo abridor de pinzas..y mucha..mucha paciencia!.
Viña Tondonia Gran Reserva de 1954 (Tempranillo, Garnacha, Mazuelo y Graciano). Su color expresaba claramente la fatiga de sus 55 años!. Opaco, pardo, turbio, con finos sedimentos danzando por la copa. En nariz notas de taller viejo, betún, olor a fábrica vieja..pero agradable en cualquier caso. Una nariz curiosa que mereció dejarlo reposar para recatar en nariz más tarde. En boca caído, sin viveza. No aguantó en definitiva el paso del tiempo..a pesar de que su nariz resultó interesante.
Seguimos con el Vega Sicilia Reserva Especial de 1984 (un coupage de los Únicos de los años 1970, 1972, y 1973, y que lleva Cabernet Sauvignon, Merlot, Malbec, Tinta Fina..y la blanca Albillo). Ribete claramente anaranjado y marcada evolución en su color. Al primer golpe de nariz a copa parada asoma un bouquet que se nos antoja marcadamente bordelés (como un gran y fino burdeos "de los de antes")..finura y complejidad, acentuado vigor expresado en fruta roja, hojarasca, tabaco, ligeras notas de pimienta negra, ahumados acentuados..una explosión sensorial que apenas acababa de comenzar!. Y todo ello ensamblado en una gran elegancia!. Para mí el vino que más juego y mayor complejidad ofreció durante toda la noche. Vivo, muy vivo y cambiante. Pasadas 2 horas me pareció un gran Pinot Noir de la Bourgogne.
El espectáculo estaba servido!. Premeditadamente ansiosos descubrimos el Único de 1974 (sobre el que tenía pocas esperanzas por una guarda dudosa) y el Único de 1964.
El Único de 1974 es un coupage de Tinto Fino al 70% y Cabernet Sauvignon al 30%. Elevada pluviometría sobretodo durante la primavera y algo durante el verano, con vendimia calurosa (como así indica la web de la casa). Un vino que se mostró con insultante juventud y todavía por afinar. Se comercializó pasados casi 20 años desde su cosecha!. Hecho que denota la filosofía de Vega Sicilia...paciencia y paciencia, hechura en sus vinos, reposo,..para llegar a la excelencia!. Fruta roja y negra en nariz, potencia algo desemedida todavía, cuero fino, todavía marcado por la madera y de marcada estructura en boca. Algo irregular en el paso por boca con acentuada astringencia tánica. Una criatura por domar todavía!.
Tras no pocos esfuerzos conseguí sacar entero el corcho del Único de 1964 (Tempranillo 65%, Cabernet Sauvigón 15% Merlot y Malbec 20%). Según había leído es una de las mejores añadas de Vega Sicilia. Una nariz avasalladora y compleja indicaba que el vino estaba muy vivo. Quizás de menor complejidad que el Reserva Especial de 1984. Caramelo, mucha fruta roja!..grosella, y una acidez marcada que le augura años de disfrute por delante. Taninos aterciopelados y gran volumen en su paso por boca. Un vino que no decayó durante toda la noche. Larguísima persistencia. Alguien de los asistentes le encontró notas animales que yo no supe apreciar.
Ninguno de los vinos se decantó. Vinos con tantos años no hay que decantarlos, sí trabajarlos delicadamente en copa y degustarlos muy lentamente..sabedores de que han pasado muuuchos años hasta llegar donde han llegado para ofrecer lo grandes que son.
Pero.."no se vayan todavía..aún hay más"!!. Atónitos desde el principio de la velada por la botella de 1932 que estaba encima de la mesa..pasamos a tomarle la medida. En este caso el tapón quiso quedarse en el recipiente que durante tantos años había sellado. Una especie de hara-kiri - al estilo Romeo y Julieta - quasi inevitable en estos casos. Contendrá todavía vino la botella?, puede un vino blanco seco con 77 años conservar propiedades gustativas placenteras?. Sólo con el hecho de que fuera vino ya nos conformábamos!.
Los únicos vinos blancos españoles viejos que he probado son los de Viña Tondonia (de las hermanas López de Heredia). Magníficos exponentes de una manera de hacer peculiar y diferente a todo lo que se hace. Son vinos de gran complejidad que precisan necesariamente de años de guarda para expresar su potencial, son vinos eternos!. Camaleónicos en copa y que precisan de muchísima aireación. Pero estamos hablando ahora de un vino con 77 años!!.
Este es el Castillo de Ygay Reserva Especial de 1932 (Viura al 100%). Su primer objetivo ya lo había conseguido..cual era llegar ante nuestra sorprendida presencia!. El segundo estaba a punto de ser desvelado. Tuve el priviliegio de ser el primero en meterle la nariz..y Wuaaaaaa!!!!!..vaya vinazo!!. En este tipo de catas quizás uno vaya predispuesto a magnificar y a exagerar el contenido de la copa cuando sigue siendo vino lo que se abre..quizás!, pero os aseguro que la nariz de este anciano y venerable morador del Castillo me dejó perplejo por la pureza de sus aromas. Notas a miel, flor de azahar, membrillo, caramelo solano, tofee,..una maravilla!!. Quizás el vino no tenía un final demasiado largo, en cuanto a persistencia, pero era muy agradable al tacto (en boca) y con apreciable volumen.
Con la satisfacción del resultado, y jugando con nuestras copas alrededor de la mesa nos dispusimos a cenar a base de excelentes embutidos y muy buenos quesos: el "clásico" brie de meaux, el brie trufado (J. Alos), el Reblochon fermier, el Gramat fermier, el Pico Melero Sardon (tipo manchego), y el Picon Bejes Tresviso (de la comarca de Liébana – Picos de Europa), que fueron acompañados por vinos más jóvenes y de gran interés.
Los vinos jóvenes..para la comida:
En el Priorat, en la parcela que sus propietarios llaman "El Troç", 3 intrépidos "enochalaos" elaboran el vino Les Formigues. Podéis seguir sus evoluciones aquí. Tenía muchas ganas de probar sus vinos, y por fin lo conseguimos!. Probamos 2 de sus vinos de 2007.
Dejo que ellos definan sus vinos..
"El vino premium Radoux - por la tonelería que utilizan - de Les Formigues, y por llamarlo de alguna manera, es un coupage de Garnatxa el 60% y Cariñena al 40% de cepas de 80 años con 2 orientaciones bien diferenciadas. El hecho de incluir fruta de la cariñena recuperada de la vertiente sur y fermentar totalmente en barricas de 500 litros de roble americano y húngaro le confiere un carácter que, juntamente con las características de la añada 2007, lo hacen diferente a las añadas anteriores. Fermentación de 23 días sin remontado, únicamente 3 roturas diarias del sombrero de forma manual durante los primeros 6 días, y un bazuqueo diario durante el resto de la fermentación, cuando ya estamos por debajo de 1020 ph aproximadamente de densidad. Fermentación maloláctica en barrica de roble francés de segundo año. Reposa durante 13 meses en barrica.
El segundo vino es el Boute - de nuevo por la tonelería utilizada. Su elaboración es similar al primero, ya que el 80% de la uva es la misma que en el anterior vino, y el 20% restante es Syrah y Cabernet Franc, aunque estas 2 uvas fermentan en acero inoxidable. Por esta razón (la fermentación de la Syrah y de la Cabernet Franc en acero inoxidable) y por el hecho de la crianza en barrica de la tonelería Boutes (la cual aporta mucho frescor), el vino tiene otro registro (principalmente en boca), algo más fresco en nariz que el anterior pero menos complejo en boca".
Hacía tiempo que no probaba vinos del Priorat. Considero que hay varios caminos abiertos para intentar por fin relanzar una comarca que tienen una calidad extraordinaria, pero que por diversas razones no acaba de introducirse como merece en el mercado del consumidor. Quizás el hecho de que unos pocos de sus vinos hayan conseguido un elevado prestigio..pero a un precio elevado..sea la razón (es una opinión muy personal).
Creo que el camino adoptado por Les Formigues es el camino a seguir. Excelente fruta!, franca, fresca, vino con carácter y a la vez pulido y elegante, con una muy buena utilización de la madera que deja expresar la fruta!. Estos 2 vinos probados llevan poquísimo tiempo en botella, así que un re-cate será muy bienvenido de aquí a unos meses de reposo. Bravo por Les Formigues!!.
El otro vino joven que acompañó el picoteo fue un adolescente Viña Tondonia Blanco Reserva de 1987, una criatura con años por delante y que acompañó de maravilla los quesos más cremosos.
PS. Olvidé mencionar en el post original el fresco y complejo Colheita de 1991 (Niepoort), una caramelo ideal para la siempre fantástica "coca" quemada de Vilamala!.
8 comentaris:
CAray JOAn:
quina bona descripcio que fas
LA veritat es que com ja vaig comentar el dia despres va esser emocionant el tastar aquest vins tant antics
De les Formigues en fas una molt i molt vona descripcio
una abraçada i fins la propera
salut
enrique
Joan,
Quina nit, crec q tots la recordarem força dies..
Molt bona crónica.
Salutacions
josep maria
Enrique,
Va ser una vetllada èpica!! :-) ..i tot gràcies al nostre anfitrió!!. La descripció de Les Formigues, en quant a la seva elaboració, és la que em va donar en Josep María. Crec que és un ví molt equilibrat, i profund, sobretot el Radoux, i que necessita temps per acabar d'afinar-se. Tenen els 2 una fruita molt franca.
Una abraçada,
Joan
Josep María,
Jo tinc aquella nit molt clavada encara..va ser una experiència memorable!. Lo del Ygay del '32 va ser increïble!.
Salut!
Joan
Joan, sense dubte que llegir-te refresca la memòria i em fa entrar de nou en aquest plàcid estat que després de una trobada com aquesta que varem passar comporta, la teva generositat, un cop més, va ser component essencial per poder oblidar, fins i tot, al Barça,
fins la pròxima i que poguem anar tastant "any rera any" Formigues més i més velles.
slts
Ramon Nadal
Ramón!, jo només vaig fer el que tenia que fer!..que era portar 2 vins segons el motiu del tast!. Ets tú el que ens engresques generosament! :-) I síii..les Formigues segur que guanyen amb el temps..a véure si es converteixen també ens uns clàssics!.
Una abraçada,
Joan
Ya sabes que yo no estaba pero me recuerdo escribiendo un post sobre una velada con los mismos anfitriones...qué bien se pasa con compañías como esas...los vinos casi parecen secundarios, ya em entiendes. Donde Ygay pon un Toneles, y a correr!
Sólo envidio esta bebienda de Formigues: ya no sé cómo ponerme para poder probar una botella, en fin, queda para la próxima reencarnación!
Una abraçada,
Joan
Lo dicho Joan..el vino es una bella excusa, un motivo para reunirse alrededor de una mesa..con personas!. Y si además los vinos aportan satisfacción..pues mejor!.
El Toneles de Valdespino es la reencarnación de la gloria!!..así no vale!! :-)
Sobre Les Formigues..llevaba yo tiempo detrás de sus vinos..y fue fruto de la absoluta casualidad que los probáramos esa noche!.
Una abraçada Joan!
Joan
Publica un comentari a l'entrada